viernes, 23 de diciembre de 2011
Las personas somos así, un día vamos y al otro volvemos. Nos conformamos mucho y luchamos poco. Deseamos que nos perdonen, pero no toleramos que nos fallen. Porque sí, todos nos equivocamos, pero está en cada uno aprender de ello y mejorar. Si erraste antes, ¿Por qué no remediarlo? quizá hoy sea el día de cambiar el rumbo de tu vida y dejar atrás lo que tanto te daña. Es ahí donde se encuentra la riqueza de las personas, no en la autocompasión ni en lo dificultuosas que sean las cosas a las que se enfrenta, sino, en su capacidad de caerse y volver a estar de pie una y mil veces.
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