viernes, 23 de diciembre de 2011

Mi interior augura una duda absoluta. Alojar besos o mañanas de gloria, girar como una noria en tu duna o bailarte bajo pupilas de euforia. ¡Mira!, y dime a que sabe este aroma, este olor a primavera en el mar, estos clavos de iris negros con sabor a sal, estas ganas de labios y su idioma. No evocar amaneceres que existen, sonreír con los poros de tu palabra, tener el firmamento cuando te vistes y moldear la esencia cristalina de tu alma. Jugármela en la aduana de tu cuerpo, drogarme con los momentos de tu vida, perder rumbo entre mis lunares y tu pecho y alcanzar penitencias de vicio en tu lecho. Mordernos la vergüenza en cada cama, romper el cielo con la risa de tus labios, correr en todos los barrios de las sábanas y decirtelo todo cada mañana.

No hay comentarios:

Publicar un comentario